Venta, Piso, Barcelona

Este ático destaca por su amplia terraza privada de 250 m2, donde tenemos unas vistas panorámicas espectaculares sobre el emblemático barrio Gótico. Desde este espacio, podrá disfrutar de atardeceres inolvidables, organizar reuniones al aire libre, compartir comidas en compañía o relajarse bajo el cálido clima mediterráneo. Todo esto, a tan solo unos minutos a pie del centro de la ciudad.

Tiene una superficie total construida de 190 m2, cuya distribución según catastro es la siguiente: la primera planta (125 m2) consta de un elegante recibidor que conecta con un espacioso y luminoso salón comedor. Este espacio es exterior y conserva detalles originales como las vigas de madera, además de una pared que forma parte de la histórica muralla medieval de Barcelona.

Junto al salón, vemos un aseo de cortesía y una cocina independiente con una isla central y electrodomésticos de acero inoxidable. La zona de noche, también en la primera planta, incluye un dormitorio con baño en suite y vestidor, una amplia estancia que funciona como lavandería y una habitación más pequeña destinada a despensa.

La segunda planta (65 m2) alberga una amplia estancia que se usa como oficina, con abundante luz natural y acceso directo a la terraza. Además, aquí tenemos también el dormitorio principal, que dispone de baño en suite, una gran bañera, ducha independiente y un vestidor con armarios empotrados.

Pero, sin duda, la terraza es la auténtica joya de este ático. Gracias a su generosa superficie, ofrece múltiples posibilidades de crear diferentes ambientes y disfrutar de todos los momentos del día. Incluye una zona de barbacoa exterior de estilo americano con electrodomésticos de alta gama y nevera, más mobiliario a medida de origen balinés y jardinería en perfecto estado. Tiene dos accesos: uno directo desde el interior del piso y otro a través de la escalera del edificio.

En cuanto a calidades, el ático está equipado con suelos de parqué, aire acondicionado mediante splits y calefacción de gas natural por radiadores. Por otra parte, se sitúa en la tercera planta de un edificio sin ascensor.