Venta, Casa rústica, Formentera

Adéntrate en esta casa de campo de los años 50, una joya atemporal que ha sido testigo de décadas de historia. Con más de 50 años de antigüedad, esta vivienda se alza como un auténtico legado, restaurada con cariño para preservar su patrimonio y al mismo tiempo adaptarla a las necesidades modernas. Cada rincón de esta vivienda cuenta una historia y su carácter único se revela en las mismas piedras que forman sus paredes.

Para honrar su esplendor original, su restauración está a cargo de un arquitecto con más de 40 años de experiencia en conservación histórica. Su meticuloso enfoque y profunda pasión por la restauración garantizan que la esencia del edificio permanezca intacta, combinando a la perfección los elementos tradicionales con las comodidades modernas necesarias para una experiencia de vida de lujo.

Una de las características más destacadas de esta vivienda es su construcción con la técnica de piedra seca, un método ancestral que evita el uso de materiales aglutinantes. Las paredes están hechas de piedra de Marès, un material local de las Islas Baleares conocido por sus tonos cálidos y su textura distintiva. Esto le aporta un toque rústico pero acogedor, conectando profundamente la casa con el terreno en el que se asienta. Este método tradicional no solo mejora la integridad estética y estructural del edificio, sino que también refleja la sabiduría de nuestros antepasados, que dominaban el arte de crear estructuras duraderas y respetuosas con el medio ambiente.

Esta casa es más que una vivienda; es un santuario donde la historia y la modernidad coexisten en perfecta armonía. Con cada paso del proceso de restauración, se ha creado un espacio donde pueden desarrollarse nuevas historias.

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