Venta, Casa rústica, Barcelona

En una de las calles con más encanto de Sant Andreu de Palomar, está ubicada esta casa adosada que fue construida en 1930 y totalmente rehabilitada hace años.

Cuando entras en la calle Grau es como volver al pasado, a cuando Sant Andreu fue un municipio independiente hasta que fue agregado a Barcelona en 1897. En esta calle encontramos en un lado todo de casas adosadas de 2 plantas y enfrente de cada una de ellas una zona exterior que, antiguamente habían sido huertas, y que ahora son zonas ajardinadas, que también permiten aparcar los coches y ser disfrutadas por sus propietarios. 

La casa, que es un remanso de paz y tranquilidad, tiene 119 m2 construidos (en 2 plantas) y unos 110 m2 de zona exterior.

Se accede a la vivienda por un recibidor con armarios empotrados para poder dejar todo lo que se necesite al llegar a casa y permite tener gran zona de almacenaje. Después llegamos a un amplio salón/comedor con chimenea, un patio interior, cocina y baño completo.

A través de las escaleras llegamos a la segunda planta donde encontraremos 3 habitaciones con armarios empotrados y un segundo baño. Uno de los dormitorios da a la calle por donde se entra a la casa, y los otros dos a la parte trasera de la misma, pudiendo acceder directamente a una terraza muy disfrutable al mismo nivel. Finalmente por unas escaleras se accede a otra terraza superior de grandes dimensiones.

Su doble orientación este/oeste permite una gran entrada de luz y sol todo el día, y su ventilación cruzada permite refrescar la casa en un momento, si bien está dotada de calefacción por gas y aire acondicionado para mantener el confort durante todo el año.

Justo enfrente de la propiedad se encuentra una zona ajardinada con espacio para varios vehículos, un porche precioso con chimenea, suministros de agua y luz y una nueva zona de almacenaje.

Una de las curiosidades de esta vivienda es que con una pequeña obra se podría acceder a un refugio donde los vecinos de la época podían esconderse.

Sant Andreu de Palomar es un barrio histórico de Barcelona, muy familiar, con mercado y comercio de proximidad, y muy bien comunicado con autobús, metro, tren de cercanías y cerca de una vía principal de salida norte de la ciudad.

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