Venta, Casa adosada, Umbrete

La tradición y el encanto de un inmueble en el centro de Umbrete, un municipio de ascendencia ilustre. Una propiedad con 1.424 metros cuadrados de parcela y 829 metros cuadrados construidos en el corazón del Aljarafe. El inmueble era un antiguo molino de aceite que se ha ido reformando y adecuando para uso doméstico.
Consta de un amplio patio con un bello jardín con arbolada y una espléndida piscina para las tardes veraniegas. Junto a la piscina hay una edificación de dos plantas, donde se encontraban las antiguas cuadras: salón en la planta baja y trastero en la planta superior. Es una construcción versátil que puede recibir otro tipo de usos.

La casa se articula en una planta en forma de “U” con dos coquetos patios en el centro, al que asoman todas las dependencias mediante amplios ventanales que le proporcionan una ingente cantidad de luz natural. Este inmueble se divide en dos plantas:
La planta baja tiene un extenso distribuidor con unas escaleras maravillosas de acceso a la primera planta. El distribuidor organiza el resto de estancias de dicha planta. Un dormitorio principal con baño incorporado. Otros tres dormitorios, uno con baño integrado y los otros dos con baño compartido. Una cocina muy tradicional de estilo rústico con comedor de diario, zona de lavandería y planchado, y un baño completo. Un comedor para celebraciones formales con amplios techo con vigas de madera vistas. Y una sala de estar con chimenea y techumbre de madera con arcada de ladrillos caravista en la pared.
En el distribuidor de la planta baja encontramos una majestuosa escalera que arranca bajo unos arcos de medio punto. El hueco de la escalera se encuentra cubierto con techumbre de madera y una bodega en el hueco bajo la escalera.

La planta superior está compuesta de siete dependencias convertidas en dormitorios que también pueden ser utilizadas para otros usos (biblioteca, sala de juego, sala de cine, etc) y tres s común con completos, dos con ducha y uno con bañera. Los dormitorios tienen armarios empotrados.

Los suelos son de marmol en los diferentes salones; suelos hidraulicos con diseños geometricos en pasillos, escalera y dormitorios; y en la cocina, suelo de barro cocido. En los patios el pavimento es de ladrillo. Tanto la carpintería como las techumbres de la casa son de madera.

Una encantadora vivienda en el casco urbano de uno de los municipios de más abolengo del Aljarafe sevillano, con todas las características típicas de la arquitectura sevillana de principios de siglo XX.